miércoles, 24 de marzo de 2010

2 º Aventuras y ...

II Parte
Lo del Comite de Defensa de la Revolucion "CDR" fue por el estilo, me habia creado mala fama desde pequeño y no me aceptaron. Esto fue injusto, pues yo no era contrarevolucionario sino sonambulo. Como no me gustaba dormir, porque dormido era muy peligroso, me iba a pasear todas las madrugadas por las calles de la Habana. Me gustaba buscar monedas en las bandejitas de los telefonos publicos que a veces la gente se olvidaba, o quitarle la comida a un gato para darsela a otro, saludar a los otros noctambulos, e ir a las panaderias a sacar la basura a cambio de pan recien horneado, que luego compartia con algunos vagabundos y locos de barrio. Cuando me cruzaba con los cederistas que vigilaban y eran como los ojos y la lengua (sobretodo eso) del proletariado durmiente, los saludaba amable y revolucionariamente, pero aquello causaba siempre el efecto contrario. Yo les decia ¿Buenas noches compañeros cederistas, como va la guardia hoy? ¿muchos saboteadores y espias contrarevolucionarios esta noche? Y ellos, que tenian ganas de irse a dormir, me mandaban pa'l carajo energica o tranquilamente, segun hubieran tomado mucho cafe o poco.

Luego, en secundaria, en una asamblea para proponer futuros militantes de la Union de Jovenes Comunistas "UJC", alguien me pincho el culo por debajo del pupitre, que era el impulso que a mi me faltaba para autoproponerme. La comision que dirigia aquello se me quedo mirando en silencio durante unos segundos eternos, con una mirada que parecia decir "¿pero como te atreves?". Entonces, de la manera mas natural del mundo, mi profesora Julieta, miembra de la comision, me hizo un gesto con la mano para que me sentara y continuar con la seleccion, ignorandome absolutamente.
Esa tarde escogieron a tres adolecentes para militar en la UJC despues de un proceso de formacion y adoctrinamiento. Estos tres compañeritos eran autenticos ejemplares de futuros combatientes estudiantiles. El primero era Alejandrito Fajardo, el niño con el coeficiente intelectual mas bajo de America Latina. Todos sabiamos que habia pasado de grado hasta entonces porque su padre era un hombre preocupado por la educacion de su hijo y sobretodo carnicero.Tambien escojieron a Bertha la muerta , que le llamaban asi porque no hablaba, no opinaba, no respiraba apenas, pero, eso si, era como un puto Zombie pues obedecia a todo lo que le mandaran a hacer y claro aceptó, por ultimo Odalis la verrugosa que era la jovencita mas chivatona del aula, de la escuela y del barrio lo cual era un autentico merito pues eran tiempos de una increible combatividad y conciencia estudiantil.
Y donde esta la pachanga diran ustedes pues la habia por todas partes pero yo me la perdí siempre, por ejemplo en los campamentos de la escuela al campo que eran cuarenta y cinco dis en el medio de la verde nada para que los niños y las niñas aprendieran a singar entre plantas de tabaco, yo fui la primera vez en septimo grado pero solo dure una noche pues como era sonambulo a la madrugada arranque la bandera de su asta y me fui adormir a la litera del directosrme acoste a su lado y me tape con ella.
A Tarará que era un campamento pioneril en el pueblo del mismo nombre para que los niños y las niñas aprendieran a singar en la playa tambien fui pero dure menos tiempo aun, como todos mis compañeros e clase eran una panda de repitentes pues tenian mas edad que yo y estaban mas desarrilladitos alguno tenia hasta barba, y yo era y soy lampiño y muy poco dotado por esa epoca asi que antes de irnos todos a bañarnos a la playa como estab acomplejado decidi pintarme un poco de bello pubico con betun negro y me puse dos pares de calzetines enrrollados bajo la trusa o bañador para hacer bulto asi que cuando todo aquello se mojó se me salia por la pernera una cosa muy rara y provoque un estado catarsico generalizado que hizo venir a los salvavidas, profesores, guias de pioneros y enfermeros asi que como cada vez que pasaba algo de este tipo me desmaye y me desperte camino de mi casa, le di todos mis ahorros y los cinco pesos que me dio mi padre al incorrupto e indoblegable comisario politico que me acompañaba para que no dijera nada a mi familia y segui mi vida.

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