sábado, 27 de marzo de 2010

LA GOZADERA REIVINDICATIVA

Tampoco llegué muy lejos con lo de las marchas y manisfestaciones masivas, aunque eran la mejor combinacion entre los carnavales y los desfiles militares. Estas cosas solo las disfrutaba por la television (creo que era el unico) y por la ventana de mi casa.

Una de mis imagenes mas recurrentes de esta etapa -la tengo grabada para siempre en mi memoria- era la de un grupo de muchachas con unas camisetas que llevaban la cara de Fidel y a la altura de los pómulos de éste les quedaban los jovenes pechos henchidos de fervor revolucionario. En medio del frenesí y la pachanga, daban saltos mientras gritaban alegremente : “!El que no salte es yanki, el que no salte es...!” La verdad que saltaba todo, no parecia haber ni una sola teta contrarevolucionaria por alli. Luego entonaban un: “!Señores imperialistas , miren como tiemblo!” y se sacudian provocando un tembleque pectoral, produciéndome un cosquilleo que es lo mas parecido al sentimiento patriotico que he conocido. Inclusive hasta hoy mismo.

De mayorcito tampoco hice el servicio militar, me libré por mi ya famoso sonambulismo, que en otras ocasiones tantos goces me habia impedido. La verdad es que este tipo de juerga a mi no me llamaba la atención, pues no habia muchachas y era como un poco heavy irse de ronda entre tipos armados por la selva africana donde organizaban aquella rave.

En la reserva no me aceptaron, esas cosas alli funcionan a nivel de barrio y como todos me conocían, no dudaron en privarme del cumplimiento de ese deber. Sin embargo, me remitieron a las MTT, Milicias de Tropas Territoriales que era otro tipo de guateque pero de gente ya mayorcita.

Alli me fui, ya que me dijeron que iban muchas señoras de buen ver -que alli llamamos Tembas- y que gozaban de cierta famita de mujeres libres y desprejuiciadas. Eran las tipicas que se apuntaban a un bombardeo con tal de no estar en casa aguantando a la familia ni luchando contra la cocina de «luzbrillante» (entiendase keroseno). Ellas preferian ir a disparar a monigotes y marchar un poco con aquellos pantalones de milicianas que les hacian un culo increible.

Al poco rato estaba ya en el medio de un campo de tiro situado en la misma costa de la Habana del Este, donde habia un montón de jubilados , muchos de ellos con unos espejuelos (gafas) de fondo de botella y armados con fusiles AKM rusos. Estos disparaban a unas siluetas que -les juro- las veia como parecidas a mi. Estaban dispuestas con el mar a sus espaldas para que los tiros no fueran a parar a la Habana Vieja sino al horizonte, yo hasta crei ver un montón de peces flotando y hasta algun buzo malherido.

En esa época estaba yo en plena etapa de modernidad juvenil o sea en toda la «frikandá y el pepillaje», asi que iba con un pitusita (jeans) tres tallas mas pequeño, que ademas habia entallado exageradamente y un pulovito (t-shirt) con unos circulos concentricos asi como que psicodelicos. En realidad parecia una diana. En estas condiciones, no podia ni levantar mucho las piernas al marchar militarmente y enseguida empezaron a reirse de mi y a mirarme como a un bicho raro. Asi que al rato me llamaron de la tienda de campaña que hacia las veces de comandancia y cuando yo creia que me iban a dar un uniforme, me salió el comandante de aquel batallon geriatico. Éste dio dos vueltas alrededor mirandome de arriba a abajo y me dijo en un tono muy marcial :

- “Vamo a ve compañero, ute se cree que eta son forma de defender la revolucion, ¡vayase ute de aqui ante que alguien le meta un tiro en medio de la blusita esa que lleva!..¡ Si e que parece ute un tiralblanco!. !Arreglao etamos si la defensa de la patria va a eta en mano de mamarrachos asi!”

Y otra vez fui apartado de la posibilidad de participar en la gran parranda de la lucha por un mundo mejor.

La unica preparacion militar que hice en mi vida fue cuando estudiaba telecomunicaciones en un instituto de La Habana. Alli, el Mayor Zapato (creo que se apellidaba asi) nos explicaba la trayectoria curvilinea del proyectil que, disparado, producia una elipse con tendencia a caer por la gravedad según las condiciones. Alguien le pregunto que pasaba si, por accidente en los apuros de la guerra, el fusil era tomado al revés, o sea con el gatillo hacia arriba. Entoces ¿hacia donde describiria la curva su recorrido? A lo que este preparadisimo instructor respondio : “¡pue pa'rriba, coño!”

Como era de esperar, poco me duro el jaleo, pero esta vez no fui expulsado deshonrosamente sino todo lo contrario. Fui licenciado con honores por haber caido herido aunque, si bien no fue en combate, por lo menos si fue por un arma. En la primera y ultima clase práctica a la que fui, nos dieron un fusil a cada uno para enseñarnos sus partes y su limpieza. Teníamos que desarmarlo y volverlo a armar contra reloj. Cuando me toco a mi, me puse tan nervioso que se me solto el cargador (que son de puro hierro)y me cayó sobre el dedo gordo de un pie, me produjo un dolor tremendo y una verguenza mayor, asi que, como cada vez que me sentia en medio de un lio gordo, me desmayé. Fui llevado en parihuela de una heroica manera hasta la enfermeria, donde una bella estudiante de enfermeria me curó y me hizo el sana que sana. Esta es la mayor sensacion que puede sentir un soldado y yo puedo presumir de haberlo vivido.

Me enyesaron el pie en el hospital y yo sentía que todo el mundo me miraba como a un héroe, me llevaron a mi casa y llegué con una cara de martir y mas orondo que un veterano de Angola con dos brillantes en los bolsillos. Mi madre - en plan Mariana Grajales pero al revés- empezo a gritarles :_”!Que le han hecho a mi pobre niño!” y los saco de alli escobazos.

Al final no era para tanto, pero el mayor Zapato me queria tener lejos de alli, y me decia cada vez que me queria incorporar, que la patria se defendia desde diferentes bastiones a lo que yo le contestaba que lo mio era un bastón no un bastion, pero me daba largas .

Al cabo de tres o cuatro meses, me dejaron hacer la prueba de orientacion en el terreno. Nos metieron en un camión, nos llevaron a un sitio cerca de un puerto mercantil entre La Habana y Matanzas, nos dieron unas cordenadas y nos soltaron en el medio del monte en grupos de a cinco. A mi me entraron ganas de cagar a la media hora de camino, lo cual aprovecharon mis compañeros para abandonarme hartos de oirme cantar himnos revolucionarios de esa manera, y me perdí.

Despues de caminar durante horas me di cuenta de que estaba dando vueltas en circulo pues siempre pasaba por la marca inicial de partida, que no era mas que el mojón que habia echado antes. Me empecé a preocupar, al rato me di cuenta que, si me subia a un arbol, podria ver algo mas allá. Lo hice y vi a lo lejos el mar, el problema lo tuve para bajar del arbol, lo que intenté muchas veces hasta que sin querer encontré la manera y me cai. Me dirigí hacia el mar y cuando llegué estaba anocheciendo, no habia ni un alma, ni una dichosa carretera para poder seguir. Yo estaba cansado y adolorído, se me habían pegado todos lo guisazos, cardos y ortigas, que no quiero ni para el cruel que me arranca el corazón con que vivo. Tenia toda la ropa rota y manchada de fango, asi que me eché a descansar un poco y me dormí.

Me despertó un ruido y al incorporarme habia tres tipos con cara de malos que me rodeaban, iban armados con cuchillos y machetes y llevaban todavia el uniforme gris de los presos asi que no me quedaba duda :!Estos no eran revolucionarios! Uno de ellos me preguntó que cojones hacia yo alli y le dije que me habia perdido buscando el norte, asi que se miraron, se empezaron a reir y me dijo el mismo tipo :

- “!Asi que buscando el norte!”, vaya casualidad, igual que nosotros... Este es de los nuestros, justo nos hace falta uno para remar y para hacer equilibrio en el bote. Te has puesto de suerte cabrón..., arrea que nos vamos pal yuma.

Cual fue mi horror cuando me di cuenta que estos eran unos presos fugados que intentaban irse a los EE.UU en un bote robado. ¡Jesus de la teologia de la liberacion! nada menos que para el corazón del enemigo , para el monstruo al que Marti le conocio hasta las entrañas, al imperio mas malo de toda la galaxia, y claro, me desmayé.

Esta vez al despertarme estaba ya en alta mar, yo creo que estos delincuentes me habian cogido como provisiones, pues yo no valia para remar ni para nada, asi que preferia que me comieran en caso de extrema necesidad antes que poner un pie en Miami. Por suerte el viaje duró poco y al par de horas nos deslumbró una cegadora luz que resulto ser de una lancha guardafronteras y con un sirenazo, dos rafagas y cuatro se identificaron. No tuve tiempo de reaccionar y ya los tres presos se habian dejado caer al mar y se iban nadando. Yo me quedé solito y quieto en el bote poniendo lo mas parecido que pude a una cara de jóven revolucionario secuestrado.

Para aclarar aquello tardaron varios dias, menos mal que me estaba buscando la policia desde que los instructores de mi formacion militar habian dado parte de mi desaparicion. Con dolor de su alma, pues en realidad preferian que yo me hubiera ido a Alaska antes que volver a cargar conmigo. Recuerdo que en el certificado de notas de ese curso en lo de Preparacion militar no escribieron ni bien, ni mal ni regular. Pusieron: Traidor, Desertor , y Comemierda.

No se nace «Gusano». Te hacen serlo.

Por mucho que traté de sumarme a la pachanga revolucionaria, nunca lo logré. Cada intento me salia peor que el anterior. Me apunté al Circulo de Interes de Geodesia y Cartografia y al ser preguntado frente a un mapa donde estaba la mitad occidental de la isla de Cuba, estornudé y por accidente puse el dedo en La Florida. Me botaron y ahora que lo pienso creo que mi respuesta no era incorrecta del todo.

Me expulsaron deshonrosamente de los Pioneros Exploradores (que eran una especie de Boys Scouts pero con hambre) solo por preguntar si habia merienda.

En la caminata de los 62 kilometros, tambien me perdí y despues de caminar un montón, me meti sin querer en una unidad militar donde no me dispararon de milagro. Alli fui confundido con un espia, me llevaron para 100 y Aldabó y cuando me soltaron, me tuve que ir andando hasta mi casa en la Habana Vieja. Al final, en vez de los 62 km, creo que hice como 75 y no me dieron ni medalla ni diploma.

Fui a un acto de repudio en la puerta de una embajada donde se habian metido unos a pedir asilo, y se formó una empujadera y una confusión que terminé del otro lado de las vallas y sali por la television, en el noticiero y en primer plano.

Me equivoqué de dia para las elecciones del Poder Popular y cuando llegué alli, habian puesto en la puerta el nombre y la foto de los tres unicos que no habian acudido a cumplir el deber revolucionario de ejercer el vóto : uno era el borracho y vagabundo del barrio, el otro resulta que despues se supo que se habia ahorcado, y en medio aparecía yo en una foto sonriente y con una camiseta del grupo KISS.

De verdad que hay cosas que cuando no están para uno mejor no insistir. Yo tengo un amigo que se llama Norberto y una vez dijo algo que definia muy bien por lo que he pasado:

“Yo quisiera ser como el Ché..., pero no puedo”

jueves, 25 de marzo de 2010

LA MEMORIA

Creo que me estoy poniendo un poco viejo, o que la chispa de tren y priones del picadillo texturizado me están pasando factura. Posiblemente sea una encefalopatía espongiforme lo que me hace perder la memoria y no la marihuana, pero seria paradójico triste e injusto que yo, que antes de salir de cuba comí carne de vaca tres veces (y una de ellas no estoy muy seguro si era eso), me vaya a coger el mal de la vacas locas, yo podría tener el mal del chícharo loco o la encefaloboniatítis hueviforme, pero lo otro no creo.

La cosa es que se me están olvidando las cosas cubanas , las direcciones, las calles , y muchas cosas que antes cerraba los ojos y las veía. Ahora, cuando cierro los ojos y trato de visualizar algo, lo único que veo, recuerdo y además perfectamente, con una dosis de realismo que parece que estoy ahí …son los apagones.

A mi me gustaba mucho Pablo Rodríguez y Silvio Milanes, con el tiempo los he dejado de escuchar y a veces me sorprende que después de hacerlo hayan sacado mas de veinte discos, ¿se puede exprimir tanto la Nueva Trova? Habrán evolucionado hacia la post-trova o el reggaeton de autor, no se, la verdad, estoy un poco despistado de estas cosas.

Recuerdo cuando iba casi todos los días a Coppelia a tomar el sol, o a tomar clases de jineterismo e ingles para buscavidas, cualquier cosa menos helados, pues yo en esa etapa fumaba populares y no había para las dos cosas. De todas formas les digo, como no faltaría mas, que eran los mejores helados del mundo, como los zapatos Amadeos eran los mejores el mundo también, sobretodo para quien no había probado otros. Luego he preguntado por ellos en varias zapaterías de varios países y los dependientes me dicen : “No, esos Amadeos no los conozco yo , pero tengo unos que también amarán sus deos , ¿se los prueba?”. Ya no me acuerdo ni para donde iban las guaguas, creo que todas iban para la terminal, pues era subirme y se rompían a los cien metros.

Me acuerdo que a mi tío lo mató un cocodrilo en la ciénaga de Colón y lo enterraron en el cementerio de Zapata. En esos tiempos, yo ya había ido a la Universidad (varias veces además) y en lo alto de la escalinata se veía una estatua así, como medio romana ,de una mujer sentada (se parecía mucho a mi novia Ibis). Creo que se llamaba el Almanaque o algo así, al lado estaba el Hospital “Que listo García” y ya me pierdo.

Yo es que era del barrio de Colon (o eso era el cementerio?, ¿la ciénaga…?)esto era al lado del Prado, que era un parque muy largo que dividía La Habana vieja de Centro Habana y vaya redundancia… Por el Prado, si tirabas para arriba, te encontrabas el Parque Central con la estatua de nuestro apostolillo y un montón de viejitas sobremaquilladas que bailaban Danzón los domingos y alguna se moría del sofoco de estos ritmos modernos y el capitolio al lado. Si cogías hacia abajo, ibas a parar al malecón, pero si seguías mas allá ibas a parar a Miami.

Al capitolio lo llamaban tambien la academia de Chencha , creo! Allí había una estatua que estaba bajo el techo más grande del mundo, o de América Latina no me acuerdo bien.

A mi me gustaba mucho el Vedado, aquello era otra cosa… hasta los charcos de aguas albañales de allí olían mejor. Yo siempre quise ser del Vedado. Un día, jineteando, una extranjera me dijo ¿y tu de donde eres? y yo tan orondo le dije ..Yo…del Vedado, a lo que ella respondió _pues será por eso que no te han cazado aun,… cara de bicho.

Allí, en el Vedado, habia vivido la clase mas burguesa, así como la Habana Vieja Alojaba en el siglo XVIII a la oligarquía habanera (quien lo diría). En el Vedado vivieron las nuevas clases media y alta del siglo XX. Allí las casas, cuando yo era niño, tenían techo y todo y los baños eran particulares, hasta mas de uno en algunas casas , no como el baño común típico de las cuarterías de otros barrios hay que repartir tickets para que al ir a cagar al día siguiente no te quedes fuera. Algunos de estos cuartos de baño del Vedado tenían hasta una soguita o cadenita inclusive para tirar después de hacer caca y el mojón desaparecía en medio de un remolino como por arte de magia, ni había que echarle una lata llena de agua desde lo alto, ni había uno de esos horribles palos “para matarlos” decían. Esos palos eran muy útiles también para ahuyentar a los ladrones, no tenias que usarlos ni nada, cero violencia, lo sacabas y lo señalabas con él y el caco salía corriendo y pidiendo piedad pues sabia que si le arreabas un pingazo con ese palo en toda la espalda la peste a mierda se le metía debajo de la piel para siempre y ya quedaba marcado de por vida, como un tatuaje de mal olor.

En el Vedado todo funcionaba, las casas tenían puertas y ventanas y algunas cerraban y todo, y hasta unos travesaños para atrancarlas bien durante los carnavales , pues toda la Habana se metía en el Vedado durante los carnavales y la gente entraba a utilizar el baño y a beber agua sin permiso. Un día fui a casa de una señora muy fina que como había caído un poco en desgracia desde que la chusma tomo el poder como decía ella, pues se dedicaba a coser para la calle, tenia una maquina de coser de marca Singer que cuando ella pedaleaba arrancaba también un dinamo y generaba la electricidad suficiente para toda la casa, entonces ella señalaba con el mentón (ese gesto tan criollo) la preciosa lámpara de cristalitos que había entre las dos grietas del techo , era bellísima la verdad y le hacia juego con los pendientes que llevaba, con los botones que ponía, con la piedra que tenia en el anillo, con los ojos del osito de trapo que había sobre el sofá, que pena que ya en la lámpara quedaran tan pocos, pero ahí estaban reluciendo y tratando de destellar entre las cagadas de moscas y las telarañas,. Ella me dijo que era una lámpara “de lagrimas”, de lagrimas..pensé yo, de lagrimas esta el bombillo remendado de mi casa, que para que alumbrara mas había que darle pequeños toquecitos con la escoba. De todas formas esas casas del Vedado eran puro lujo y elegancia al lado de las demás. Envejecían mas elegantemente, eran como Rosita Fornés al lado de Juana Bacallao, hasta las humedades de techos y paredes parecían esconder bellos frescos o imagenes sagradas, tipo las caras de Belmez, o esas imagenes marianas o esfinges de Cristo que algunos beatos o ex - pecadores dicen ver en algunos sitios. La verdad es que si alguien quisiera ver vírgenes y cristos en las manchas de los techos y paredes de Cuba se iba a coger una paranoia de cuidado o saldría gritando “No me salgas por todos lados, Señor mío”. Quizás por lo tropical y poco común de mi país, yo solo veía en ellas héroes de la patria, o comida, había una en mi casa que estaba entre la que se parecía a Máximo Gómez y la del Che que parecía un bistec. Yo ya no quería ni mirar para allá pues me provocaba un hambre muy peligrosa asi que termine tapándola con un afiche del yate Granma que me quedo un poco inclinado , y parecía que se estaba hundiendo por la popa. Mi abuelo, que no dejaba escapar una, decía cada vez que lo miraba : “ Cojones .. ¡y que le haya tenido que pasar eso al Titanic y no a este!”

La cosa es que se me confunden los recuerdos. Quiero recordar algo de, por ejemplo Luyanó o Lawton, cierro los ojos y no veo nada, nada de nada , en fin como en la vida misma, allí no queda nada.

miércoles, 24 de marzo de 2010

2 º Aventuras y ...

II Parte
Lo del Comite de Defensa de la Revolucion "CDR" fue por el estilo, me habia creado mala fama desde pequeño y no me aceptaron. Esto fue injusto, pues yo no era contrarevolucionario sino sonambulo. Como no me gustaba dormir, porque dormido era muy peligroso, me iba a pasear todas las madrugadas por las calles de la Habana. Me gustaba buscar monedas en las bandejitas de los telefonos publicos que a veces la gente se olvidaba, o quitarle la comida a un gato para darsela a otro, saludar a los otros noctambulos, e ir a las panaderias a sacar la basura a cambio de pan recien horneado, que luego compartia con algunos vagabundos y locos de barrio. Cuando me cruzaba con los cederistas que vigilaban y eran como los ojos y la lengua (sobretodo eso) del proletariado durmiente, los saludaba amable y revolucionariamente, pero aquello causaba siempre el efecto contrario. Yo les decia ¿Buenas noches compañeros cederistas, como va la guardia hoy? ¿muchos saboteadores y espias contrarevolucionarios esta noche? Y ellos, que tenian ganas de irse a dormir, me mandaban pa'l carajo energica o tranquilamente, segun hubieran tomado mucho cafe o poco.

Luego, en secundaria, en una asamblea para proponer futuros militantes de la Union de Jovenes Comunistas "UJC", alguien me pincho el culo por debajo del pupitre, que era el impulso que a mi me faltaba para autoproponerme. La comision que dirigia aquello se me quedo mirando en silencio durante unos segundos eternos, con una mirada que parecia decir "¿pero como te atreves?". Entonces, de la manera mas natural del mundo, mi profesora Julieta, miembra de la comision, me hizo un gesto con la mano para que me sentara y continuar con la seleccion, ignorandome absolutamente.
Esa tarde escogieron a tres adolecentes para militar en la UJC despues de un proceso de formacion y adoctrinamiento. Estos tres compañeritos eran autenticos ejemplares de futuros combatientes estudiantiles. El primero era Alejandrito Fajardo, el niño con el coeficiente intelectual mas bajo de America Latina. Todos sabiamos que habia pasado de grado hasta entonces porque su padre era un hombre preocupado por la educacion de su hijo y sobretodo carnicero.Tambien escojieron a Bertha la muerta , que le llamaban asi porque no hablaba, no opinaba, no respiraba apenas, pero, eso si, era como un puto Zombie pues obedecia a todo lo que le mandaran a hacer y claro aceptó, por ultimo Odalis la verrugosa que era la jovencita mas chivatona del aula, de la escuela y del barrio lo cual era un autentico merito pues eran tiempos de una increible combatividad y conciencia estudiantil.
Y donde esta la pachanga diran ustedes pues la habia por todas partes pero yo me la perdí siempre, por ejemplo en los campamentos de la escuela al campo que eran cuarenta y cinco dis en el medio de la verde nada para que los niños y las niñas aprendieran a singar entre plantas de tabaco, yo fui la primera vez en septimo grado pero solo dure una noche pues como era sonambulo a la madrugada arranque la bandera de su asta y me fui adormir a la litera del directosrme acoste a su lado y me tape con ella.
A Tarará que era un campamento pioneril en el pueblo del mismo nombre para que los niños y las niñas aprendieran a singar en la playa tambien fui pero dure menos tiempo aun, como todos mis compañeros e clase eran una panda de repitentes pues tenian mas edad que yo y estaban mas desarrilladitos alguno tenia hasta barba, y yo era y soy lampiño y muy poco dotado por esa epoca asi que antes de irnos todos a bañarnos a la playa como estab acomplejado decidi pintarme un poco de bello pubico con betun negro y me puse dos pares de calzetines enrrollados bajo la trusa o bañador para hacer bulto asi que cuando todo aquello se mojó se me salia por la pernera una cosa muy rara y provoque un estado catarsico generalizado que hizo venir a los salvavidas, profesores, guias de pioneros y enfermeros asi que como cada vez que pasaba algo de este tipo me desmaye y me desperte camino de mi casa, le di todos mis ahorros y los cinco pesos que me dio mi padre al incorrupto e indoblegable comisario politico que me acompañaba para que no dijera nada a mi familia y segui mi vida.

lunes, 22 de marzo de 2010

LA PACHANGA REVOLUCIONARIA

Queridos amigos, se que estoy corriendo el riesgo de parecer un nostalgico de nuestro pasado nacional, y de hecho es posible que sea un poco asi, porque para mi (y solo para mi) Cuba no tiene presente. Tiene sin embargo un pasado diferente para cada uno de los cubanos y un futuro por dilucidar (me cago cuando lo pienso). Asi que hoy me regocijaré en mi pasadito propio e individual que no deja de estar conectado con el de cada uno de ustedes.

Tengo que admitir que no hay un cubano que haya pertenecido a menos organizaciones politicas y de masas que yo, lo cual es dificil de lograr, aunque en mi caso yo no lo haya hecho adrede. En Cuba, cuando naces, ya se te bautiza en nombre de la revolucion y te haces pre-revolucionario sin darte cuenta. Desde ese dia ya eres de los chamaquitos por el comunismo o de los fiñes del bastion revolucionario.
Yo nunca fui un vejigo de las trincheras, mi pasion revolucionaria tampoco era mi fuerte y mis padres no eran precisamente unos guerrilleros internacionalistas. Mi padre no era muy reaccionario, pero era un esceptico compulsivo que no creia ni en el mismo. Recuerdo un dia que mirando aquel grifo que goteaba por siempre dijo : "ave maria! ¿ yo arreglare esto algún dia?". Mi madre era lo contrario : creia en todo lo que habia. Por creer, creia hasta en Dios y era ademas muy ecumenica, o sea que creia tanto en Jahve, en Jehova, en Ala, en Buda y hasta en el hombre del tiempo. En lo unico que no creia era en que nos fueran a devolver la libra de arroz que cedimos solidaria y temporalmente a Vietnam.

Yo lo unico que fui era pionero, porque nadie te preguntaba que yo recuerde si querias, y ademas hubiera dicho que si, pues era muy inocente. Los unicos que no eran pioneros eran los testigos de Jehova y no se bien por que, pues habia pioneros de familias de santeros, de criminales, de satanicos y hasta de la secta de los acuaticos de Pinar del rio. Yo fui pionero, pero era un pionero raro, que se ponia la pañoleta con el lazo hacia atras, o sea en la nuca para no tener la tentacion de morder las punticas que luego quedaban muy feas deshilachadas. Ademas, como no tenia oido musical, me prohibieron cantar todos lo himnos y lemas pues decian que lo saboteaba todo.

Mi primer acto politico... no lo olvidaré nunca. Tenia cinco añitos y estaba en preescolar, un 28 de enero, aniversario del nacimiento de Jose Marti. Habia un acto vespertino, en el que escogieron a unos cuantos de los mas pequeños para portar los simbolos patrios y tuvieron la mala idea de escogerme entre ellos. Teniamos que bajar una escalinata que terminaba justo en la tribuna en la que se haria el acto y en frente teniamos a toda la escuela en formacion, por filas y grados. La que encabezaba todo era una niña que portaba la bandera y justo despues iba yo con un enorme busto de Marti. Si de por si el apostol era cabezón, este era como el doble del tamaño normal. Era de un yeso muy fino, lo llevaba sujeto por la base y mirando al frente, detras de mi iban otros niños con toda la parafernalia nacional : el escudo, otros bustos y cuadros de martires etc... La niña que abria la comitiva era muy bajita y la bandera rozaba el suelo por su borde inferior. Como yo tenia que mirar hacia adelante de forma marcial y no para abajo segun me habian dicho, pisé la punta de la bandera de forma que se descosio la primera banda azul y al ejercer presion con el asta para que se soltara, salieron niña y bandera proyectadas hacia adelante. Para mayor desgracia se me resbalo el busto de las manos y rodó por las escaleras hasta reventar en elcentro del escenario, levantando una nube de polvo como una bomba. Luego me desmayé, que es lo que me pasaba cada vez que algo me superaba.

A partir de ese dia todo el que se cruzaba conmigo me esquivaba y ponia cara de echapallá como si yo fuera el culpable de la muerte de Martí en Dos Rios, el que hizo que apresaran a manuel Sanguily o el que tuvo la culpa del bautizo de fuego de los expedicionarios del Granma.

Lo del Comite de Defensa de la Revolucion "CDR" fue por el estilo me habia creado mala fama desde pequeño y no me aceptaron, esto fue injusto pues yo no era contrarevolucionario sino sonambulo y como no me gustaba dormir pues dormido era muy peligroso pues me iba a pasear todas las madrugadas por las calles de la Habana. Me gustaba buscar monedas en las bandejitas de los telefonos publicos que a veces la gente se olvidaba, o quitarle la comida a un gato para darsela a otro, saludar a los otros noctambulos, e ir a las panaderias a sacar la basura a cambio de pan recien horneado que luego compartia con algunos vagabundos y locos de barrio. Cuando me cruzaba con los cederistas que vigilaban y eran como los ojos y la lengua (sobretodo eso) del proletariado durmiente los saludaba amable y revolucionariamente pero aquello causaba siempre el efecto contrario. Yo les decia ¿Buenas noches compañeros cederistas, como va la guardia hoy? ¿muchos saboteadores y espias contrarevolucionarios esta noche? y ellos, que tenian eran ganas de irse a dormir, me mandaban pa'l carajo energica o tranquilamente, segun hubieran tomado mucho cafe o poco.

Luego en secundaria en una asamblea para proponer futuros militantes de la Union de Jovenes Comunistas "UJC" ,alguien me pincho el culo por debajo del pupitre que era el impulso que a mi me faltaba para autoproponerme. La comision que dirigia aquello se me quedo mirando en silencio durante unos segundos eternos, con una mirada que parecia decir : ¿pero como te atreves? Entonces, de la manera mas natural del mundo, mi profesora Julieta, miembra de la comision, me hizo un gesto con la mano para que me sentara y continuaron con la seleccion, ignorandome absolutamente.

Esa tarde escogieron a tres adolecentes para militar en la UJC , es decir para su formacion y adoctrinamientos. Estos tres compañeritos eran autenticos ejemplares de futuros combatientes estudiantiles. El primero era Alejandrito Fajardo, el niño con el coeficiente intelectual mas bajo de America Latina. Todos sabiamos que habia pasado de grado hasta entonces porque su padre era un hombre preocupado por la educacion de su hijo y sobretodo carnicero.Tambien escogieron a Bertha la muerta , que le llamaban asi porque no hablaba, no opinaba, no respiraba apenas. Pero, eso si, era como un puto Zombie, pues obedecia todo lo que le mandaran a hacer y claro, aceptó. Por ultimo, Odalis la verrugosa, que era la jovencita mas chivatona del aula, de la escuela y del barrio, lo cual era un autentico merito ya que eran tiempos de una increible combatividad y conciencia estudiantil.

¿Y donde esta la pachanga? diran ustedes, pues la habia por todas partes; pero yo me la perdí siempre. Por ejemplo, en los Campamentos de la Escuela al Campo, que eran cuarenta y cinco dias en medio de la verde nada, para que los niños y las niñas aprendieran a singar entre plantas de tabaco. Yo fui la primera vez en septimo grado, pero solo dure una noche, pues como era sonambulo, a la madrugada arranqué la bandera. Me fui adormir a la litera del director, me acoste a su lado y me tape con ella.

A Tarará, que era un campamento pioneril para que los niños y las niñas aprendieran a singar en la playa, tambien fui pero dure menos tiempo aun. Todos mis compañeros de clase eran una panda de repitentes pues tenian mas edad que yo y estaban mas desarrolladitos, alguno tenia hasta barba, yo era y soy lampiño. Antes de irnos todos a bañarnos a la playa, como estaba acomplejado, decidi pintarme un poco de vello pubico con betun negro y me puse dos pares de calzetines enrrollados bajo la trusa o bañador para hacer bulto. Cuando todo aquello se mojó, se me salia por la pernera una cosa muy rara y provoque un estado catartico generalizado, que hizo venir a los salvavidas, profesores, guias de pioneros y enfermeros. Como cada vez que pasaba algo de este tipo, me desmaye y me desperte camino de mi casa. Le di los cinco pesos que me dio mi padre al incorrupto e indoblegable comisario politico que me acompañaba para que no dijera nada a mi familia y segui mi vida.

AVENTURAS Y ...

Aventuras y sinvergüenzuras de un pionero por el comunismo.

La etapa mas bonita, inocente y divertida de mi infancia fue precisamente la mas soviètizante, yo entré a la vida por ese arco del triunfo de Moscú lleno de bolcheviques de piedra y banderas rojas que no se como se llama. Desde muy pequeño (nací en el 65) me confiaron la misión de hacer del mundo un lugar mejor y yo me lo creí totalmente.

Me lo tome tan en serio que me puse hasta un poco rubio, yo estaba tan seguro de que iba a ser cosmonauta que dejaba de ir a la escuela para ir a mirar las estrellas. Si, porque yo hice la primaria de noche, ya que necesitaban la escuela durante el día para enseñar a leer a los maestros , cuadros políticos y policías.

Todavía recuerdo con una nostalgia enorme aquella época , por ejemplo cuando trajeron a La Habana en los años setenta y pico aquella gran exposición sobre la conquista del cosmos por la Unión Soviética, Lo montaron todo en la Academia de Ciencias el antiguo y actual Capitolio de La Habana, trajeron montones de cohetes, naves espaciales, satélites, escafandras de cosmonauta, vehículos espaciales, en fin todo lo que no servia para ir al espacio. Había réplicas de la Soyuz, del Lunajov, de Lenin y hasta un premonitorio cosmonauta negro.

La réplica del Lunajov era magnifica estaba instalada en una recreación de la superficie lunar con arena, polvo y montón de piedras que se parecía realmente a la Luna, o a Alamar. El Lunajov (como me gusta el nombre, he bautizado a mi coche así) era como una gran cazuela con ruedas, estas eran como de tanque de guerra , y luego tenia unos brazos articulados que supongo que serian para recoger piedrecitas y muestras de la luna y para agarrar así, como sin querer, la bandera americana que había por allí y esconderla.

No se si la memoria me engaña pero creo que estos brazos se movían y todo, y que mi padre me escondía detrás de sus piernas como diciendo quédate aquí no vaya a ser que te agarre el bicho ese y tenga que descojonar la cazuela rusa esa para sacarte, lo cual seria un conflicto diplomático en el cual la peor parte la llevábamos nosotros. Yo la verdad me hubiera dejado llevar tragar por el aparato, tal era mi amor por todo lo soviético

Entre las cosas que vimos allí, había una sección dedicada a la alimentación de los cosmonautas en el espacio exterior, que era mas o menos igual de escasa que la que comían los soviéticos de a pie, pero envasada en unos tubos como de dentrífico, para su mejor visualización. Habían apretado unos de ellos y se veía una pasta marrón, y otras verdes o rojas que realmente parecía mierda, pero a mi en esa época me sonaba el estomago hasta cuando veía un perro atropellado, así que me dio un hambre que mi pobre abuela (a la cual trajimos para que nos dieran mas folletos, pins, chapas y/o prendedores soviéticos para mi) pensó que habían arrancado los reactores de algún cohete de los que había por ahí.

Esa tarde es como si hubiera ido al cosmos , no sentía la gravedad, me caí rodando por la escalinata del capitolio y no deje de sonreír.

Cuando llegue a mi casa iba hecho un primor, con mi uniforme de pionero tan parecido a los soviéticos, mi pañoleta , mi boina roja toda llena de pins en forma de estrellas rojas, plazas rojas, hasta las orejas las tenia rojas de emoción, todo el pecho lleno de esas chapas con lacar de Lenin, Lenin de cuerpo entero, Volodia, que era Lenin cuando era niño y nadie sabia aun la que iba a liar, Lenin pensando, dando un discurso, Lenin disecado, todo llenito de alfileres de esos que parecía un satélite ruso y entré a mi casa corriendo y gritando henchido de orgullo :

- Abuelo!!, abuelo, mira parezco soviético, soy el hombre nuevo.

Y mi abuelo que era mas reaccionario que Aznar cuando me vio, se puso colorado y bramó :

- ¿Hombre nuevo?, yo te voy a poner nuevo a ti, enano comunista de mierda, no te voy a dar un cocotazo porque me voy clavar un montón de pinchos rusos esos que llevas hasta en el culo. Pero, ¿a donde has llevado al niño? le gritó a mi padre que estaba tratando de tragarse los folletos para que mi abuelo no los viera. Tu sigue comiendo mierda que este niño a los quince años nos va a fusilar por traidores en la puerta de la casa. Habrase visto familia de comepingas.

Y en eso entra mi abuela con un gorro ruso , un montón de pegatinas y una banderita roja con la hoz y el martillo y mi abuelo que ya tenia la cara azul de ira se empieza a reír histéricamente como un loco y suelta : ! Me cago en Maximo Gorki! Mira quien llegó, la que faltaba, Valentina Teleskova, me voy de esta casa. ¡Si esto parece el Krenmlim!

Cuando crecí y me hice un adolescente nuevo, mi abuelo estaba mas viejo y mas gusano que nunca y yo, para joderlo, le decía : ¡camarada José!, ¿ cómo esta Usted hoy?

Y él me tiraba unos bastonazos así, como de swing que yo esquivaba echándome para atrás y cuando me ponía muy lejos de su alcance se sacaba la dentadura postiza y me la tiraba.

Ahora lo pienso y me avergüenzo, pero para consolarme recuerdo que a veces me sacaba a pasear (rara vez) y si no encontraba mi pantalón y digo mi pantalón, cuando en realidad era el mío y el de hermano, pues el viejo me ponía una sayita de mi hermana y ante mi negativa, alegába : venga ni que fueras tan macho, tú no eres un pionero comunista que proclama la igualdad entre sexos, además, así llevas los huevitos mas frescos con el calor que hace. Mi abuelo era un inmigrante español de origen asturiano más bruto que un burro de esos pocos que no alfabetizaron los brigadistas, y mas fascista que Franco, que digo, Franco al lado de él era la Pasionaria. Sin embargo, por cosas del destino, se ve que siendo un mocetón, se estaba beneficiando a la mujer de un falangista reconocido de su pueblo y lo pillaron como decía él, así que se tuvo que exiliar. Para ello se metió de polizonte con un montón de pobres rojos, a los perseguían para matarlos y vino a parar a La Habana, donde fue reconocido como un republicano luchador contra el nacional-catolicismo español. Se hizo el tonto con una mezcla de asco y jactancia, pues decía que la pensión que le estaban pagando se la habían robado los rojos de los palacios reales en España y era lo que llamaba el oro de Moscú, o sea el precio que le habían pagado los comunistas españoles a los rusos por el apoyo en la guerra civil.

Como ven, mi abuelo era exactamente lo contrario que yo y así nos llevábamos, que una vez mi madre lo obligó a llevarme a un acto de la escuela donde yo tenia que recitar algo sobre la patria y la revolución y el muy cabrón no espero a que yo me bajara del escenario cuando terminé y allí, delante de todos, me grito : Oye, Maiakoski, te espero en el bar !

Mi pobre abuelo se murió un primero de Mayo de 1988, de susto…pues él andaba ya un poco senil y desorientado y se asomó a la puerta en el momento en que pasaba por allí la cabeza de la manifestación por el día de los trabajadores, y claro, iban con un montón de banderas rojas, pancartas , fotos de mártires y megáfonos rugientes de consignas y vítores a la revolución y a Fidel y el pobre se cayó de espaldas.

Lo último que alcanzó a decir fue : “ ¡huyan…que los comunistas han tomado el país” !.

Mi mejor amiguito cuando era un fiñe era un negrito que se llamaba Vladimir Ilich Chacón ; ese era como yo, tenia esa pasión pro-soviética y una confianza ciega en el futuro como lo concebíamos nosotros, todos iguales, con un carro Lada , una televisor, lavadoras, radios, aire acondicionado, todo ruso y dos novias, una rusa y otra cubana. La rusa, rubia si puede ser, añadíamos. Él también quería ser “cosmonauta”, cosmunauta decía, y los demás niños se reían y le decían : ¿Como tu vas a ser “cosmunauta”, si eres negro ?

Eso y un montón de burlas crueles, todo esto era mas o menos diez años antes de que Cuba mandara un hombre al cosmos en una tripulación conjunta Cubano –Soviética, en la que merecería ir yo, si hubiera estudiado. Nuestro héroe era el Coronel Arnaldo Tamayo, dicen que desde niño era el rey de los papalotes y que se hizo piloto militar sin llegar a coger nunca el vuelo nacional Habana- Santiago. Creo que la primera vez que fue a La Habana, fue en un Mig 32. Cuando molestaban mucho a mi amigo Vladimiriche -asi le llamaban-, nos íbamos a esconder a un solar abandonado lejos de todos esos niños a los cuales les gritábamos fatalistas y autocompasivos, futuros capitalistas de mierda y esclavos del imperio, y ellos nos perseguían hasta nuestro bunker y allí resistíamos tirándole piedras cual Katiuskas en miniatura. Para nosotros esto era la batalla de St. Petersburgo y desde alli gritábamos emulando a Lenin pero en cubano : “a mi la Pinga”, “no nos rendiremos”, y practicábamos el comunismo de guerra, que era aguantar y alimentarnos de puñados de nieve (tierra en realidad) y disparar nuestros Kalashnikof de palo contra la bodega de Ramón el Nazi. Le llamábamos así porque un día nos cogió robándole un puñado de azúcar prieta, y nos sacó de allí a patadas en nuestros culitos/ futuros culos de hombres nuevos. Nunca le perdonamos, por eso de vez en cuando, llenábamos botellas de orines (cócteles molotov, les decíamos) y se las tirábamos contra la fachada de la bodega al grito de : “Viva la revolución de octubre” y Olga, la vecina, nos gritaba asustada desde su tembloroso balcón : “!Pero que hacen, si estamos todavía en abril !”

En esa época ya nos empezábamos a fijar en las niñas e intentar acercarnos en busca de roce y cariño, pues nosotros éramos comunistas, pero tontos y nos gustaban mucho las camaradas del barrio y la escuela. Yo quería una novia que tuviera un nombre ruso, como Tatiana o algo así. Y había muchas, sobretodo entre las niñas negritas o mulatícas, que era como me gustaban a mi las soviéticas. Pero nada, la que me aceptó se llamaba Petronila, como su madre y su abuela. Para mi eso no fue ningún problema, pues enseguida la empecé a llamar Petruska, hasta que un día le estaba gritando desde la calle para que bajara a jugar y la que salio fue su madre, que con los ojos tan abiertos que parecía que se le iban a salir y totalmente descompuesta, me gritaba : “Racista de mierda, blanquito desteñío, vete pal carajo que mi hija será prieta, pero es mas limpia que tu”

Precisamente, Petruska me dio mi primer beso de amor, me apretó contra su bembita tierna y gruesa como dos duraznos maduros de la tundra, yo envalentonado le dije :”camarada Petruska, me dejarías tocarte una tetíca…pero sin vicio, eh! Revolucionariamente”(los niños soviéticos de la Habana Vieja éramos muy educados) y ella me respondió haciendo ese movimiento oscilante de cabeza y hombros con las manos en la cintura tan típico de las cubanas de mi Komsomol : “Fíjate lo que te voy a decir, mijito, digo camarada, ahora estamos solo en la antesala del comunismo, ya llegará el momento de la gloria final y ese día en que todos los pueblos sean iguales y todos los hombres y mujeres podamos gozar la vida en libertad y sin la vergüenza fascista e imperialista que nos rodea, así por ahora aprende a disfrutar solo y de lo poco que tienes…” Esa noche me hice la primera paja.

Luego ya las cosas empezaron a perder la gracia, se acabaron las sardinas albanesas, y la carne rusa enlatada, el caviar de las tiendas especiales que nos subvencionaban los rusos, los dibujos animados soviéticos y los documentales se empezaban a repetir, y para colmo nunca antes algo tan grande , brillante y redondo tuvo una mancha tan horrorosa como cuando asomó la cabeza Mijail Gorvachov y fue empujando con ella tantos años de sacrificio hacia el precipicio del capitalismo salvaje.

A mi la Perestroika me salio junto con el bigote y el acné y ya yo estaba un poco maleado, quizás por el cansancio de tantos años de lucha infantil, así que lo que mas empecé a extrañar fue el vodska Limonskaya de las tiendas. Yo estaba cambiando la voz y cuando gritaba : “Hip. hip….Hurra” parecía que estaba borracho. Empezó a ennegrecerse el antiguo y rojo horizonte de mi ideología y me metí a Freake, que era la única manera que me quedaba para desarrollar mi libertad y mi individualidad. Desanimado y rebelde, empecé a ahogar la nostalgia por el cosmos con un vuelo producido por el alcohol colado, los prajos y el parkisonil.

domingo, 21 de marzo de 2010

DATOS SOBRE MÍ...

Esto es solo anarco-humorismo criollo en el exilio.

Con respecto a mi pobre lenguaje y a mi manera de expresarme poco localizable geográfica y culturalmente :

  • No soy cubano soy cúbico.
  • Salí de la nave-patria nodriza hace algún tiempo ya, y ella también salio un poco de mi.
  • Tengo correctores hispanos ligeramente analfabetos.
  • Yo mismo soy casi analfabeto funcional.
  • Tengo correctores voluntarios nativos españoles que no son analfabetos, pero a esos no les entiendo nada.
  • No digo asere, ni tío, me gusta mas nagüe pero me contengo.
  • Vivo en un pueblo entre Jatibonico y Marrakech.
  • Estoy hasta los cojones de lo global pero soy victima de ello , que le voy a hacer.
  • Hace poco escuché a un viejito cubano cantando una guaracha en una calle de Malaga para pasar luego la gorra y me gusto porque me define, dice mas o menos así:
Me gusta el dulce de guayaba pero odio el domino

odio la pelota pero amo el guaguancó

de las cosas de mi tierra quiero algunas y otras no

pues si fuéramos iguales

ellos , tu y yo

no seriamos cubanos, seriamos robots.

Además, no soy un provocador asqueroso que solo busca molestar, por eso haré algunas concesiones en aras del entendimiento y la tolerancia, osea que tratare de respetar algunos tópicos y lugares comunes con dolor de mi alma, por ejemplo. No me voy a reír de los versos sencillos de José Martí, ni de los que creen que tenemos el cielo mas azul del mundo.

Prefiero la resistencia critica a las verdades absolutas, me aburre lo inexorable y no asumo ni lo obvio ni los fatalismos patrióticos.

No me gusta el congrí (los frijoles con arroz, si) y ya he hablado bastante de mi.

Además estoy dando por hecho que este es un blog para cubanos y la verdad es que no se muy bien ni lo que voy a escribir en el.